LAS HOMILÍAS ESPIRITUALES DEL SEUDO-MACARIO

Estudio sobre las Homilías espirituales de San Macario pdf

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Noticias sobre el autor

Durante siglos las “50 Homilías espirituales”se atribuyeron al monje Macario el Egipcio. Este Padre del desierto, del cual se conservan algunos apotegmas, es mencionado por Casiano y por la “Historia de los monjes”vertida al latín por Rufino, pero nunca se alude a alguna actividad literaria de él.

Las famosas homilías difícilmente las puede haber escrito aquel áspero y rudo asceta, sin ninguna cultura literaria; ellas no reflejan el ambiente del desierto, ni son del siglo IV, en que vivió Macario.

El para nosotros desconocido autor se revela como un hombre de gran saber y refinamiento espiritual, conocedor de las obras de orígenes y de los Capadocios.
Su método literario refleja formación de tipo bizantino, casi cortesano. Los eruditos lo conciben como viviendo en un ambiente sirio y sus alusiones aluchas fronterizas con los persas los lleva a ubicar su probable residencia en la ciudad de Edesa o sus alrededores.

El tema principal de sus homilías es la búsqueda de la unión con Dios, que explica a un grupo de monjes que llevaban vida comunitaria y de los cuales él era posiblemente el superior. Los ideales cenobíticos aparecen claramente en la homilía tercera que transcribiremos más abajo.

Su obra puede ser calificada como un considerable acumulamiento de material de Teología mística, original, brillante y profunda, pero sin mucho sistema y abundante en interpolaciones que provienen de discípulos.

Stoffels ha tratado de establecer el plan de la mística del Seudo-Macario, constatando en primer lugar  que se mueve dentro de la línea de la espiritualidad de los cuatro primeros siglos de cristianismo. Carga notablemente el acento sobre la experiencia mística, concebida de modo sensible como sentimiento de plenitud, gozo, reposo, luz. Al lado de esto la vida sacramental queda como relegada a un segundo plano.
La unión con Dios es vista bajo la imagen de luz profunda y escondida, en contraste con la mística nocturna, típica del Seudo-Dionisio y de Gregorio Niseno.

El autor revela un conocimiento profundo de la Escritura, especialmente del Nuevo Testamento. Se han querido ver en él tendencias de tipo semipelagiano, que no conviene juzgar a la luz de una ortodoxia definida posteriormente. Pero sus rasgos espirituales más destacados lo emparentan con el mesalianismo.Todo esto ha llevado a Dörries a sostener la tesis de que el autor de las “Homilías”sería nada menos que Simeón de Mesopotamia, discípulo de los capadocios y padre del movimiento mesaliano.

El mesalianismo (del sirio “messalein”= hombres que oran; en griego: “euchitai”= “orantes”, de “euché”= oración) es un movimiento de entusiasmo religioso, que subraya con cierta unilateralidad la acción del Espíritu Santo en las almas. Surgió alrededor del año 350 en Edesa de Mesopotamia y se propagóespecialmente por Siria y Asia Menor.
 El mesalianismo no está exento de elementos dualistas, de origen maniqueo. La inhabitación de Satanás en las almas, incluso de los bautizados, sólo puede ser eliminada, según los mesalianos, por la oración constante, cuyo fin es la unión mística con Dios.

 La gracia es para ellos una experiencia espiritual sensible. Por ello Hausherr califica su espiritualidad  de “escuela de lo sobrenatural consciente”. Según Teodoreto de Ciro los mesalianos atribuían gran importancia a los sueños, al entusiasmo religioso y a las profecías.

El catecismo de este movimiento espiritual fue el llamado “Ascetikon”de Simeón de Mesopotamia, compuesto entre los años 390 y 430, y condenado por el Concilio de Éfeso el año 431.
El alto valor espiritual de muchos de sus pasajes hizo nacer el deseo de conservar la obra en forma aceptable para la ortodoxia, expurgándola de trozos manifiestamente contrarios a la doctrina de Efeso  y poniéndola al abrigo de un nombre de autor enteramente exento de sospechas.

Según la teoría de Dörries, esta obra refaccionada y corregida por las manos de discípulos devotos, serían nuestras “Homilías espirituales” y ello explicaría el carácter muchas veces incoherente de más de uno de sus pasajes. En todo caso, ya en el siglo VI todo el mundo atribuía las homilías y varias cartas y tratados espirituales a Macario el Egipcio.

Su influencia en todos los autores místicos posteriores fue considerable y no sólo en la antigüedad, sino también en épocas más recientes. Se descubren sus huellas hasta el pietismo germánico.

 John Wesley, fundador del metodismo (1703-1791), tradujo al inglés 22 de sus homilías y se inspiróen ellas para la composición de sus himnos religiosos y para fundamentar doctrinalmente su movimiento de los “Revivals”o reuniones de “Despertar religioso”. A través del metodismo, la influencia del Seudo-Macario se hizo sentir también en el movimiento pentecostal.Las homilías pueden (y deben) ser interpretadas en un sentido perfectamente católico, ya que sus diferencias con la espiritualidad actual radican más en ciertos acentos unilateralmente repartidos, que en una diversidad doctrinal.

Las 50 Homilías espirituales más antiguas nos son accesibles en una edición alemana de la Biblioteca der Kirchenväter, Kempten 1913. La traducción es de Dionys Stiefenhofer. En 1964 se hizo en Berlín la edición crítica por Dörries, Klostermann y Kroeger, editorial Walter de Gruyter. Desde luego existe también la edición de la Patrología griega de Migne, tomo 34. En 196l se habían publicado en el Akademie Verlag de Berlín, bajo la dirección de Klostermann y Berthold, 28 Homilías encontradas con posterioridad a las 50 primeras.

Se las conoce bajo el nombre de “Nuevas Homilías”.Poseemos también una traducción francesa de 5 homilías del SeudoMacario, publicadas por el P, Placide Deseille,ocso, en su obra “L’Evangile au désert”(Du Cerf, Paris 1965). Un excelente estudio de P. Miquel,osb, abad de Ligugé, aparecido en la revista “Irénikon”(1966, pp. 497-513), nos orienta sobre “los caracteres de la experiencia espiritual según el Seudo-Macario”.

La traducción que ofrecemos fue hecha en base a las versiones francesa y alemana, comparando en casos dudosos con el texto griego.