ORACIONES DIARIAS

PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN AL TRIUNFO DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA



Las siguientes oraciones «deben ser recitadas antes o después de la meditación de cada día, según el texto de cada uno de los días»


CORONILLA DE VIRTUDES
Nuestra Señora tenía en su mano izquierda una coronilla rosada y dorada y rezaba con la mano derecha. Ella recitaba todas las oraciones muy despacio y reverentemente con mucho amor.

En la oración de esta coronilla Nuestra Señora hace una promesa, la promesa de la perseverancia en la oración para el crecimiento de las virtudes: la siembra de las semillas de santidad por las cuales la gracia será cultivada. Esta coronilla contiene todas las virtudes que Nuestra Señora desea encontrar en nuestras almas. Las gracias contenidas en esta coronilla de oraciones son para guiar y dirigir nuestras almas para lograr estos dones del Cielo. Por medio de estas siete virtudes, nuestra alma vuela a las manos de Dios Padre.

«Queridos míos: estas oraciones son para obtener las virtudes. Se empieza con el Credo, luego sigue la Consagración a Mi Corazón Inmaculado y después el Ángelus. Posteriormente se reza la virtud seguida por el Padre Nuestro, el Gloria al Padre y la oración al Espíritu Santo. Después se recita la siguiente virtud y así se contemplan las siete virtudes: Fe, Esperanza, Caridad, Humildad, Paciencia, Perseverancia y Obediencia.

Octubre, 1 de 1.992


EL CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a las cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso.

Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.

CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Oh Señora mía, Oh Madre mía!
Yo me entrego del todo a Vos;
y en prueba de mi filial afecto,
os consagro en este día, mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón;
en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo vuestro
Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme
como hijo y posesión vuestra.
Amén

EL ÁNGELUS
V. El ángel de Señor anunció a María.
R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Ave María……
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Ave María……
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Ave María……
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén

Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones,
para que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación de tu hijo,
podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz
a la Gloria de la Resurrección.
Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
Amén

CORONILLA DE VIRTUDES
Para pedir:
1.Virtud de Fe
2.Virtud de Esperanza
3.Virtud de Caridad
4.Virtud de Humildad
5.Virtud de Paciencia
6.Virtud de Perseverancia
7.Virtud de la Obediencia

Con cada una de las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:
1. Padre Nuestro…
2. Gloria al Padre
3. Oración al Espíritu Santo

Oración al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón,
para ver las cosas que son de Dios;
Ven Espíritu Santo, dentro de mi
mente, para conocer las cosas que son de Dios;
Ven Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios;
Santifica todo lo que yo piense, diga y haga
para que todo sea para la gloria de Dios.
Amén

Diciembre 23 de 1991

¡OH MARÍA!
«Oh María; transforma mi corazón como el tuyo;
colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud;
toma mi corazón querida Madre consagrado como tuyo propio;
preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para ti.

Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón más conocido cada día».
Marzo 19 de 1993

ORACIÓN DE PENTECOSTÉS
Mientras se reza esta oración dada por Nuestra Señora que nuestros corazones estén abiertos para reconocer y aceptar los obsequios del Espíritu Santo, y así avancemos confiadamente en esta batalla por el triunfo del Inmaculado Corazón.

Estamos llamados para transformarnos en el reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios ques rá una atracción para todos, para que su gloria sea magnificada a través de nuestras vidas.

«Mis queridos hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi Jesus.
Yo les doy a ustedes una gran bendición de Dios.
El desea crear en sus hijos unidad y gloria a Su Nombre.»
Junio 6 de 1992

Espíritu de Cristo: despiértame; 
Espíritu de Cristo: muéveme;
Espíritu de Cristo: lléname;
 Espíritu de Cristo: séllame.

Oh Padre Celestial, 
conságrame a tu Corazón y Voluntad;
se en mí una fuente de virtudes,
sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí
sea una luz que todos vean».
Amén
Junio 7 de 1992