Les digo que sus corazones son la ventana del alma, el acto de consagración abre esa ventana; sus almas son como un prisma diseñado por Dios, como su propio reflejo. Si en este prisma hay impurezas, no podrá reflejar la gloria para la cual fue diseñado; para llevar claridad al alma ustedes deben rezar, para traer claridad al alma tienen que rezar; solamente por medio de la oración pueden ser disueltas todas las impurezas.
Queridos míos: miren dentro de mi Corazón pues al asomarse a él recibirán a la Trinidad; Yo solo puedo reflejarles la presencia de Dios.
Escuchen, hijos míos: les aseguro, abran sus corazones para recibir la luz de Dios y permitan que solo Él se refleje en ustedes»
Julio 7 de 1992
Guía:
Nuestra Señora nos trae un llamado a su misión: La misión para su Triunfo. Esta misión comienza con nuestra Consagración a su Inmaculado Corazón; de esta manera nosotros respondemos al llamado de santidad y a la búsqueda de paz dentro de nosotros mismos y en el mundo entero.
Debemos comenzar por darnos cuenta que este es un llamado a una conversión personal, que envuelve nuestra propia alma y corazón, que permite a Dios obrar en nosotros y por medio de nosotros.
El acto de Consagración es exactamente lo que Nuestra Señora ha dicho: un acto. El acto de Consagración unirá nuestros corazones con el de Ella hacia su Hijo a través de una gracia especialmente creada.
Dirección:
La oración es la que crea nuestra relación con Dios.
Mediante este acto de comunión, Dios viene a nuestros corazones y nosotros vamos hacia Él.
Guía:
Nuestra Señora nos trae un llamado a su misión: La misión para su Triunfo. Esta misión comienza con nuestra Consagración a su Inmaculado Corazón; de esta manera nosotros respondemos al llamado de santidad y a la búsqueda de paz dentro de nosotros mismos y en el mundo entero.
Debemos comenzar por darnos cuenta que este es un llamado a una conversión personal, que envuelve nuestra propia alma y corazón, que permite a Dios obrar en nosotros y por medio de nosotros.
El acto de Consagración es exactamente lo que Nuestra Señora ha dicho: un acto. El acto de Consagración unirá nuestros corazones con el de Ella hacia su Hijo a través de una gracia especialmente creada.
Dirección:
La oración es la que crea nuestra relación con Dios.
Mediante este acto de comunión, Dios viene a nuestros corazones y nosotros vamos hacia Él.
Por medio de la oración, todas las impurezas que hay dentro de nosotros, pueden ser llevadas ante El y transformadas por su Gracia.
Tener serenidad en el alma es estar lleno de la presencia de Dios. Primero debemos unirnos como uno a Dios; entonces, por medio de nuestra unión con El, El podrá obrar maravillas por medio nuestro.
Meditación:
¡Oh Corazón Inmaculado de María!, ayúdame para que la ventana de mi alma permanezca siempre abierta y transparente para que todas las impurezas puedan ser borradas y que Dios sea magnificado y glorificado, a través de mi propia conversión, consagración y testimonio.
Meditación:
¡Oh Corazón Inmaculado de María!, ayúdame para que la ventana de mi alma permanezca siempre abierta y transparente para que todas las impurezas puedan ser borradas y que Dios sea magnificado y glorificado, a través de mi propia conversión, consagración y testimonio.
Madre querida, que yo pueda poner en acción las palabras que te prometo.