Nadie debe tener dudas sobre cómo iniciar un cenáculo; es muy simple, tal como lo dice Nuestra Señora: «No hay necesidad de organización alguna; todo debe ser sencillo, espontáneo y silencioso»
«No es necesario que sean reuniones numerosas, aún con dos o tres es suficiente.»
El cenáculo podrá celebrarse con la frecuencia que se desee, en una iglesia o en una casa, disponiendo de una digna imagen de la Santísima Virgen María, con una llamita a su lado y procurando que el lugar y la hora sean siempre las mismas.
Pasos:
Nos dirigimos al Cenáculo, y mientras vamos de camino buscamos no distraernos para permitir que el silencio que reinaba en el Corazón de Nuestra Madre María, empiece a reinar en nuestro corazón; sin perder de vista que, dirigirnos al cenáculo es dirigirnos a un encuentro personal con nuestra buena Madre.
Una vez llegados al lugar donde se realiza el Cenáculo, nos ubicamos en el lugar de encuentro, recordando que no vinimos a charlar ni hacernos visita entre nosotros sino a encontrarnos con la Santísima Virgen María, y por tanto; si hay que hacer un saludo, este deberá ser lo más sobrio que se pueda (lo sobrio no quita lo amable), e inmediatamente sin dejar perder de vista el dulce silencio que venimos haciendo en nuestro corazón, el silencio de nuestra Madre, nos
ubicamos en un lugar mientras comienza la oración.
Iniciamos EL SANTO ROSARIO con:
LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ
Invocamos el Espíritu de Dios a través de la Santísima Virgen María:
«VEN ESPÍRITU SANTO, VEN POR MEDIO DE LA DULCE Y PODEROSA INTERCESIÓN DEL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA TU AMADÍSIMA ESPOSA» (se repite tres veces)
- Se hace un AVE MARÍA dejando que sea Ella en nosotros quien invoque y espere al Santo Espíritu (Invocar esperando).
- Rezamos EL CREDO, no como una recitación, sino con EL CREDO de LA SANTA IGLESIA, ósea, con LA IGLESIA Y EN MARÍA (como un niño que se arroja en los brazos de mamá para aprender a rezar).
- Hacemos Confesión de nuestra condición pecadora, YO CONFIESO…
- Enunciamos los MISTERIOS A CONTEMPLAR evitando las reflexiones, intenciones o peticiones; nuestra única intención deberá ser el encontrarnos con la Santísima Virgen, la de crecer en Ella y el adentrarnos en su Corazón Inmaculado para allí preparar el «Segundo Pentecostés de la Iglesia» y la consiguiente renovación del orden de la creación por parte de Dios. (Ez. 36, 23 – 35; Is. 65, 17 – 25).
- Luego EL PADRE NUESTRO; el cual buscamos hacerlo todos juntos con un solo corazón y una sola alma, con la debida pausa y respiración para «p e r m i t i r» que el ESPÍRITU SANTO actúe en nosotros.
- Seguidamente hacemos la siguiente JACULATORIA para honrar e invocar a los Padres de la Santísima Virgen María:
V: AVE MARÍA PURÍSIMA.
R: SIN PECADO CONCEBIDA, HIJA DE SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA, MARIA SANTÍSIMA.
- Continuamos con las AVE MARÍAS; igualmente en unidad, con la suficiente pausa y respiración. como un solo corazón y una sola alma. El nombre de MARIA deber pronunciarse con mucho amor y con la suficiente tranquilidad, sin apresuramientos.
Procúrese hacer una respiración entre una parte y la otra en el Ave María, tratando con ello de respirar el mismo aire que respiraba Jesús «p e r m i t i e n d o» a la vez la acción del Espíritu. Se prefiere hacer nueve (9) Ave Marías no diez (10), para hacer énfasis en la intención que buscamos en el cenáculo: gestarnos en María, lactarnos en Ella, a la vez de preparar con Ella el segundo Pentecostés de la Iglesia.
«El Santo Rosario nos transporta místicamente a Nazareth, en donde la Santísima Virgen María continua con el crecimiento del cuerpo místico de su Hijo, con igual diligencia» (S.S. Juan Pablo II)
Nota: Todos los espacios de quietud y de silencio que se presenten durante el Cenáculo, deberán ser bienvenidos, pues ellos nos permiten transportarnos místicamente al Corazón Inmaculado de María.
- EL GLORIA AL PADRE, lo hacemos todos juntos e igualmente la oración de Fátima: «Oh Jesus mio, perdonad nuestras culpas, preservanos del fuego del infierno, aliviad las almas del purgatorio, especialmente las mas necesitadas de vuestra misericordia».
- Seguidamente decimos juntos la siguiente jaculatoria: «SEA AMADO Y ADORADO EN TODO MOMENTO JESÚS, EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO».
- Para terminar el Rosario SALUDAMOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN:
te damos gracias soberana princesa, dulce Madre María por todos los amores que de ti recibimos y te saludamos en unión a la Iglesia Triunfante en el Cielo, en unión con la Iglesia Purgante y en unión a la Iglesia Militante, que peregrina en esta tierra. También te presentamos el saludo de todas las hermanas criaturas y unimos a ellas nuestra voz para saludaros diciéndote: «DIOS TE SALVE REINA Y MADRE …»
- Ofrecemos las INTENCIONES POR EL SANTO PADRE: Santísima Madre; colocamos en tu Corazón Inmaculado, el valor de la indulgencia plenaria que la Iglesia nos permite ganar con el Santo Rosario, orando por las intenciones del Santo Padre (un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria).
- A continuación entonamos juntos «EL MAGNIFICAT»:
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones
Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
de generación en generación.
El Hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo
acordándose de su misericordia
como lo había prometido a nuestros padresA favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Iniciamos EL SANTO ROSARIO con:
LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ
Invocamos el Espíritu de Dios a través de la Santísima Virgen María:
«VEN ESPÍRITU SANTO, VEN POR MEDIO DE LA DULCE Y PODEROSA INTERCESIÓN DEL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA TU AMADÍSIMA ESPOSA» (se repite tres veces)
- Se hace un AVE MARÍA dejando que sea Ella en nosotros quien invoque y espere al Santo Espíritu (Invocar esperando).
- Rezamos EL CREDO, no como una recitación, sino con EL CREDO de LA SANTA IGLESIA, ósea, con LA IGLESIA Y EN MARÍA (como un niño que se arroja en los brazos de mamá para aprender a rezar).
- Hacemos Confesión de nuestra condición pecadora, YO CONFIESO…
- Enunciamos los MISTERIOS A CONTEMPLAR evitando las reflexiones, intenciones o peticiones; nuestra única intención deberá ser el encontrarnos con la Santísima Virgen, la de crecer en Ella y el adentrarnos en su Corazón Inmaculado para allí preparar el «Segundo Pentecostés de la Iglesia» y la consiguiente renovación del orden de la creación por parte de Dios. (Ez. 36, 23 – 35; Is. 65, 17 – 25).
- Luego EL PADRE NUESTRO; el cual buscamos hacerlo todos juntos con un solo corazón y una sola alma, con la debida pausa y respiración para «p e r m i t i r» que el ESPÍRITU SANTO actúe en nosotros.
- Seguidamente hacemos la siguiente JACULATORIA para honrar e invocar a los Padres de la Santísima Virgen María:
V: AVE MARÍA PURÍSIMA.
R: SIN PECADO CONCEBIDA, HIJA DE SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA, MARIA SANTÍSIMA.
- Continuamos con las AVE MARÍAS; igualmente en unidad, con la suficiente pausa y respiración. como un solo corazón y una sola alma. El nombre de MARIA deber pronunciarse con mucho amor y con la suficiente tranquilidad, sin apresuramientos.
Procúrese hacer una respiración entre una parte y la otra en el Ave María, tratando con ello de respirar el mismo aire que respiraba Jesús «p e r m i t i e n d o» a la vez la acción del Espíritu. Se prefiere hacer nueve (9) Ave Marías no diez (10), para hacer énfasis en la intención que buscamos en el cenáculo: gestarnos en María, lactarnos en Ella, a la vez de preparar con Ella el segundo Pentecostés de la Iglesia.
«El Santo Rosario nos transporta místicamente a Nazareth, en donde la Santísima Virgen María continua con el crecimiento del cuerpo místico de su Hijo, con igual diligencia» (S.S. Juan Pablo II)
Nota: Todos los espacios de quietud y de silencio que se presenten durante el Cenáculo, deberán ser bienvenidos, pues ellos nos permiten transportarnos místicamente al Corazón Inmaculado de María.
- EL GLORIA AL PADRE, lo hacemos todos juntos e igualmente la oración de Fátima: «Oh Jesus mio, perdonad nuestras culpas, preservanos del fuego del infierno, aliviad las almas del purgatorio, especialmente las mas necesitadas de vuestra misericordia».
- Seguidamente decimos juntos la siguiente jaculatoria: «SEA AMADO Y ADORADO EN TODO MOMENTO JESÚS, EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO».
- Para terminar el Rosario SALUDAMOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN:
te damos gracias soberana princesa, dulce Madre María por todos los amores que de ti recibimos y te saludamos en unión a la Iglesia Triunfante en el Cielo, en unión con la Iglesia Purgante y en unión a la Iglesia Militante, que peregrina en esta tierra. También te presentamos el saludo de todas las hermanas criaturas y unimos a ellas nuestra voz para saludaros diciéndote: «DIOS TE SALVE REINA Y MADRE …»
- Ofrecemos las INTENCIONES POR EL SANTO PADRE: Santísima Madre; colocamos en tu Corazón Inmaculado, el valor de la indulgencia plenaria que la Iglesia nos permite ganar con el Santo Rosario, orando por las intenciones del Santo Padre (un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria).
- A continuación entonamos juntos «EL MAGNIFICAT»:
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones
Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
de generación en generación.
El Hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo
acordándose de su misericordia
como lo había prometido a nuestros padresA favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
- Adicionalmente; si se quiere, se puede hacer una pequeña MEDITACIÓN sobre la consagración a María, sin permitir que el intelecto o el tema nos arrebate de la presencia de Ella. Ojala esta meditación se pudiese extraer del libro del Padre Gobbi o del libro de la preparación para la Consagración al Triunfo del Inmaculado Corazón de María, no pudiéndose conseguir el primero.
- Hacemos nuestra CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARIA, recordando que esta es la finalidad por la cual nos hemos unido a Ella, rendirle nuestra condición de hijos suyos de una manera incondicional. (mientras vamos recitando la consagración, de vez en vez vamos levantando la cara para mirar la imagen de la virgen)
- Finalizada la consagración le pedimos la bendición a la Santisima Virgen: DULCE MADRE, NO TE ALEJES; TU VISTA DE NOSOTROS NO APARTES; VEN CON NOSOTROS A TODAS PARTES Y SOLOS NUNCA NOS DEJES; Y YA QUE NOS AMAS TANTO, COMO VERDADERA MADRE QUE ERES, HAZ QUE NOS BENDIGA EL PADRE, EL HIJO, EL ESPIRITU SANTO.
ACTO DE CONSAGRACION AL CORAZON INMACULADO DE MARIA
(Movimiento Sacerdotal Mariano)
Virgen de Fátima, Madre de Misericordia, Reina del Cielo y de la Tierra,
refugio de los pecadores, nosotros, adhiriéndonos al Movimiento Mariano,
nos consagramos de modo especialísimo a tu Corazón Inmaculado.
Con este acto de consagración queremos vivir Contigo
y por medio de Ti todos los compromisos asumidos
con nuestra consagración bautismal.
Nos comprometemos también, a realizar en nosotros
aquella interior conversión tan requerida por el Evangelio,
que nos libre de todo apego a nosotros mismos
y a los fáciles compromisos con el mundo, para estar
como Tú, siempre dispuestos a cumplir sólo la Voluntad del Padre.
Y mientras queremos confiarte, Madre dulcísima y misericordiosa,
nuestra existencia y vocación cristiana, para que Tú dispongas de ella
para tus designios de salvación en esta hora decisiva
que pesa sobre el mundo; nos comprometemos a vivirla según Tus deseos
particularmente en cuanto se refiere a un renovado espíritu de oración y de penitencia,
a la participación fervorosa en la celebración de la Eucaristía y al apostolado,
al rezo diario del Santo Rosario y a un austero modo de vida,
conforme al Evangelio, que sirva a todos de buen ejemplo en la observancia de la Ley de Dios
y en el ejercicio de las virtudes cristianas, especialmente de la pureza.
Te prometemos también estar unidos al Santo Padre,
a la Jerarquía y a nuestros Sacerdotes,
para oponer así una barrera al proceso de oposición al Magisterio
que amenaza los fundamentos mismos de la Iglesia.
Bajo tu protección queremos ser también los apóstoles
de esta hoy tan necesaria unidad de oración y de amor al Papa,
para quien Te suplicamos una especial protección.
Finalmente Te prometemos conducir a las almas
con las que entremos en contacto, en cuanto nos sea posible
a una renovada devoción hacia Ti.
Conscientes de que el ateísmo ha hecho naufragar en la fe a un gran número de fieles, que la desacralización ha entrado en el Templo Santo de Dios, que el mal y el pecado invaden cada vez más el mundo, nos atrevemos a levantar confiados los ojos a Ti, Madre de Jesús y Madre nuestra misericordiosa y poderosa, e invocar también hoy y esperar de Ti la salvación para todos tus hijos, ch clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
El propósito del cenáculo, es para:
• Encontrarnos y estar con María, de manera que Ella pueda formarnos.
• Orar con María, para junto a ella prepararnos al nuevo pentecostes de la aIglesia ( Ez. 36, 23-35; Is. 65, 17-25)
• Amarnos unos a otros, y vivir con verdadera fraternidad, en la compañía de María, nuestra Madre Común.
Con la ayuda y la presencia de mi Madre Inmaculada que esta entre vosotros, reuniendo a sus hijos y apóstoles de estos últimos tiempos de mi Primera Venida como Mesías y Redentor…….
Agrupaos con Ella en Cenáculos de Oración particulares en las casas, para tener unos hermanos y hermanas y un lugar de reunión y oración para cuando cierren los templos, o ya no podáis asistir a las asambleas modernistas de la falsa Iglesia
A pequeña Alma, España 2001.
«POR FIN MADRE, LLEGÓ LA HORA DEL TRIUNFO DE TU CORAZÓN INMACULADO»
“Si quieres iniciar un Cenáculo Familiar en tu ciudad y no sabes como hacerlo. Por favor comunícate con nosotros a los siguientes teléfonos en Bogotá: 446 12 50, o las números celulares:
316 – 473 65 93 ó 316
– 740 6223, o con cualquiera de los puntos de distribución de tu ciudad”
Andalucia – Valle
María del Socorro Peña
Cl. 13 No. 2 – 78, Barrio el Centro
Teléfono: (2) 2 23 52 66
Celular: 312 – 2 57 41 23
Bogotá
Librería San José
Cl. 63 Bis No. 69 F – 71
Teléfono: 2 40 98 90
Barrio Olaya
Lourdes Jiménez
Cl. 28 A sur No. 19 – 20
Teléfono: 4 07 20 18
Celular: 310 – 7 85 33 49
Bucaramanga
Fundación Católica de los Santos Ángeles
Carrera 27 No. 33 – 45, Barrio Aurora
Teléfono: (7) 2 40 98 90
Celular: 313 – 432 14 42
(7) 6 32 80
Martha Uribe
Calle 41 No. 24 – 33
Teléfono: 20
Cartagena
Saira Cárdenas
Centro Calle San Juan de Dios, Pasaje la
Candelaria – Local 2.
Teléfono: (5) 6 664 23 9 - 6 64 01 31
(5) 6 65 13 74
Cartago
Casita de la Divina Misericordia
Carrera 4 No. 19 – 65
Teléfono: (2) 2 12 26 59
Chía
Moisés Guzmán
Calle 9 No. 8 - 16
Teléfono: 8 63 54 55
Dorada – Caldas
Roci Quevedo
Calle 20 A – No. 11 – 48, B. las
Margaritas
Celular: 313 – 6 43 87 44
Duitama
Núbia Sánchez
Carrera 11 No. 16 – 32
Celular: 300 – 219 10 95
El Rosal – Cundinamarca
Dolly Bohórquez
Calle 9 No. 6 – 25
Teléfono: 8 24 05 91
Celular: 316 – 4 37 17 89
Facatativa
Nelly León
Carrera 6 No. 14 – 69
Teléfono: (1) 8 42 94 52
Ibagué
Fernando Guevara
Carrera 4 A No. 39 – 114
Telefono: (8) 2 65 11 09
Celular: 300 – 2 11 13 81
La Unión Nariño
Orlando Valencia
Carrera 1 a No. 14 - 71
Telefono: (27) 2 65 081
Celular: 311 397 77 42
Manizales
Beatriz Hincapie
Carrera 17 A – 72 – 33
Telefono: (6) 8 86 42 55
Celular: 300 – 738 53 07
Mompós
Sofia Vives
Carrera 2 No. 12 – 136
Telefono: (5) 6 85 61 51
Neiva
Maria Elsa Barragan
Carrera 1 G No. 7 – 66, Centro
Telefono: (8) 8 71 58 70
Celular: 300 – 738 53 07
Palmira - Valle
Libreria Católica la Sagrada Familia
Calle 35 No. 27 - 61
Telefono: (2) 2 74 44 38
Pasto
Rocio Velasco
Calle 16 No. 9 – 75
Telefono: (2) 7 21 62 38
Pereira
Rincón Mariano
Calle 14 No. 6 – 36
Telefono: (6) 3 35 61 75
Popayán
Martha de Romero
Calle 27 EN No. 7 – 46, Palace
Telefono: (2) 8 20 20 88
Celular: 312 – 8 38 13 20
Pitalito – Huila
Ramiro Vargas
Calle 2 No. 1 B – 10
Teléfono: 8 36 06 78
Sogamoso
Santuario Nuestra Señora de Morca
Vereda de Morca
Teléfono: (8) 771 32 41
Fernando Camacho
Calle 3 B No. 14 – 61, Aricatama Sector 2
Teléfono: (8) 6 68 64 98
Celular: 312 – 392 43 04
Villavicencio
Mariana Aragón
Calle 8 No. 28 – 35
Teléfono: (8) 6 68 64 98
Celular: 312 – 392 43 04
Tauramena - Casanare
Fabio Duque
Carrera 11 No. 2 – 84
Teléfono: (8) 2 40 98 90
Celular: 313 – 8 36 14 29
*Para pedidos para los puntos de distribución, favor comunicarse con:
Carolina Téllez daza
Teléfono: 446 12 50
Celular: 316 – 740 62 23
cateda@hotmail.com
Mario Villa Corredor
Teléfono: 446 12 50
Celular: 316 – 473 65 93
mariovilla33@hotmail.com