Al final Mi Corazón Inmaculado Triunfará

Ángel mío: mi triunfo es como la aurora que rompe la oscuridad de la noche: es como los rayos de sol cuando aparecen sobre el horizonte; uno por uno va disipando la oscuridad para traer la luz del día.

Mi Triunfo, querido ángel, vendrá de la misma manera, a medida que cada corazón se abre por la consagración, la luz penetrará en la oscuridad. Así como cada rayo de la brillo al horizonte en el amanecer, cada corazón que es poseído por Mi traerá la magnificencia de la «luz de mi Hijo» sobre la tierra.

Dentro de muy poco la luz de mi corazón no podrá ser ya nunca más escondida por las tramas de la maldad; se levantará en el este para dar luz al oeste. Como al comienzo de la aurora, mi triunfo será visto como la luz de la mañana en el este, emergerá a cada momento como la cresta de una ola sobre el oscuro horizonte y alcanzará su mayor gloria y brillantes en el corazón de mis hijos.

Entonces mi Triunfo llenará los cielos y alumbrará toda la tierra y no habrá nadie capaz de dudar de su victoria y la oscuridad no podrá dominarla…. En la alianza del Espíritu viene la esencia de mi Triunfo para traer la revelación del Sagrado Corazón de mi hijo. La tierra entonces se cubrirá con el Espíritu de su Misericordia y la justicia final

La luz del este se convertirá en un fuego y el centro de sus llamas será las Misericordia de mi Jesús; vendrá ardiendo y devorando todos los corazones abiertos para su purificación, El Vendrá para consumir y poseer. Los que estén a mayor altura serán los primeros en ser removidos y los más orgullosos serán llevados más abajo y ninguno de los injustos por naturaleza sobrevivirá a los golpes del Todopoderoso….

Yo convocaré a mis campeones para hacer temblar los cielos sobre la tierra y separaré los corazones fuertes consagrados de esos llenos de debilidades del mundo. En la noche más oscura el alma suspirará por Dios y su Espíritu lo buscará a El porque cuando su justicia aparezca en la tierra El mundo aprenderá lo que es la justicia de salvación.

Cuando su Espíritu de misericordia sea derramado desde el Cielo y los desiertos se conviertan en huertas y la sequedad se convierta en humedad los fuegos de pureza reinarán y el efecto será rectitud y la verdad traerá silencio, la paz y la seguridad para siempre.
Febrero 27 de 1.993