DÉCIMO CUARTO DÍA-PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN AL TRIUNFO DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

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«Ángel mío: la oración es el centro fundamental para la consagración; en la unidad de la oración Dios puede manifestarse al alma, encerrarla y guiarla de una manera especial; es por medio de la oración como nosotros podemos enfocar su voluntad.
El centro de preparación para la consagración está en la unión de la oración; la oración ha de ser la constante comunicación entre el alma y Dios, es la solitud la que permite acariciar al alma profundamente.
Rueguen para que todo les sea dado de su mano, para descargar sus corazones y para tener tranquilidad y calma; cuando sus almas hayan encontrado la profundidad de la solitud, es entonces cuando Dios podrá escribir en sus corazones…»

Marzo 18 de 1993

Guía:
El propósito de la consagración es para unirnos inseparablemente a Nuestra Señora; Ella en cambio, viene a unir cada alma con su Hijo quien tiene el propósito de traer la salvación a la humanidad. Todo lo que Nuestra Señora hará es aportar su donación para la misión de su Hijo «El plan de salvación»; solamente para tomar parte en este plan es la razón por la cual Ella fue designada para seguir el flujo de gracia que viene de aquel que la envía.

En Nuestra Señora ha sido creada la manera de cumplir este plan: a Ella le fue otorgada la posición de Corredentora, todo lo que Ella pide es completar el propósito del Plan de Dios; la actuación de Nuestra Señora en el Plan total de Dios es en verdad la realización de su valor como Corredentora, la consagración a su Corazón sentará el fundamento de nuestras almas para colaborar con el Plan Universal de Dios.

Dirección:
Nuestra Señora nos recuerda que las almas que se entreguen a Ella encontrarán una vida llena de gracia y gloria eterna; así como a Ella la llaman «Estrella de Mar», la patrona que guía los barcos hacia el puerto, así Ella guiará nuestras almas a través de su portal Inmaculado hasta el Corazón de su Hijo. Por su intercesión, nuestras intenciones, oraciones y peticiones son dirigidas al Cielo de una manera especial.

El poder de su intercesión es tan grande en la manera de hacerlo que es imposible que no puedan ser escuchadas o rechazadas por su Hijo. Ella ruega continuamente por nosotros para obtener las gracias a nuestras necesidades, porque Ella está siempre dispuesta a asistir a todo el que la invoque; para obtener la salvación es suficiente pedir auxilio de sus oraciones. Por medio de esta consagración, nosotros invocamos su más poderosa intercesión que contiene la gracia de su propio corazón entretejido con el corazón de su Hijo.

Meditación:
¡Oh Inmaculado Corazón de María!, quien contiene el poder invencible de conquistar innumerables pecadores; nadie puede resistirse a tu poder ya que el Salvador lo considera como el suyo.
Querida Madre que estás unida a Dios en la salvación de los pecadores concédele a mi alma tu gran intercesión ahora y en la hora de mi muerte; yo pongo todas mis peticiones a tus pies para que tú puedas llevarlas a lo profundo del Corazón de Jesús. Consuélame en mis momentos de aflicción, protégeme en mis momentos de desesperación, ten compasión de las miserias de mi alma.

¡Oh Virgen Santa! mediadora de todas las gracias del Cielo,
reina en mi corazón.
«En verdad, el Todopoderoso hizo
grandes cosas para mí; reconozcan
que Santo es su Nombre»
(Lucas 1:49)